Los cristales te eligen!! no al contrario. Llegan a tu vida a cumplir una misión energética, sanadora o espiritual; recuerda que todo está conectado de una manera sublime y mágica.
Son herramientas energéticas que nos otorgó Dios para nuestro equilibrio energético, por eso llegan a tu vida en el momento indicado para cumplir un objetivo, lo cual responde a un plan perfecto del Universo.
Son antiguos maestros que contienen el ADN de la tierra, gracias a su larga transformación bajo la misma durante millones de años, por eso albergan toda su magia, historia e información.
Los cristales nos acompañan en todos nuestros procesos de sanación, protección y purificación. Cuando los incorporamos en nuestra vida diaria, ellos resuenan con nuestros minerales internos, se integran con nuestra energía y nos ayudan a traer a la luz todos los patrones limitantes que nos impiden fluir en los diferentes ámbitos de nuestra vida.
Son seres vivos! así que cuando los tengas en tus manos límpialos, contémplalos, siente su peso, color, textura y grietas. Conecta con ellos y dales luz natural para cargarlos (sol o luna dependiendo de la intención que le pongas). Después de que tu vibración se una a la de ellos, prográmalos de forma clara y concisa, recuerda que son como ordenadores portátiles con la capacidad de recibir, almacenar y liberar. Llévalos contigo y disfruta de los beneficios del mundo mineral.
Un abrazo cargado de magia y luz,